Hace ya diez años que probé por primera los Bagels. Fue en Nueva York, en una de esas típicas cafeterías de Manhattan, donde te sirven esos cafés interminables y unos bagels rellenos de todo lo que te puedas imaginar. Desde entonces siempre me pareció un pan que da mucho juego y que por su forma resulta muy vistoso y divertido.
Mi receta es una mezcla del pan rápido tradicional y el bagel. El resultado como se puede comprobar en las fotos fue muy bueno.
Ingredientes:
- 200 ml de agua
- 20 g de aceite de oliva
- 400 g de harina de fuerza
- 20 g de levadura fresca
- 1 pizca de sal
- 1 yema de huevo
- Semillas al gusto
Elaboración:
Calentamos levemente a unos 37 grados el aceite y al agua. Añadimos la levadura y removemos hasta que quede bien disuelta. Incorporamos la harina y la sal y amasamos bien. Dejamos reposar unos 15 minutos. Dividimos la masa en 8 0 10 partes iguales. Puedes formar una bola e ir cortando con un cuchillo por mitades. Le damos forma a cada parte. Formamos bolitas, las aplastamos un poco y con ayuda de un corta pastas le hacemos el agujero.
Colocamos los Bagels en sobre papel de cocina y los dejamos reposar otros 15 minutos.
Pasado el tiempo de reposo, precalentamos el horno a 200º, arriba y abajo, sin aire.
El siguiente paso es cocinar nuestra masa en agua hirviendo durante 1 minuto por cada lado antes de meterlos en el horno: ponemos agua a hervir en un cazo y vamos metiendo los bagels uno a uno, con la ayuda de una espumadera damos la vuelta a la masa sin dificultad.
Cuando saquemos del agua los bagels los colocamos en la bandeja del horno sobre papel de hornear, los pintamos con yema de huevo y ponemos las semillas (yo he usado de chia, amapola, girasol y calabaza).
Horneamos durante 20 minutos y ya estarán listos.
Consejo: hay recetas que incorporan a la masa un poco de miel. Puede ser una buena opción si te gustan más dulces. Para hacer los agujeros de los bagels puedes usar un tapón de una botella.